No tengo nada que decir, nunca tengo nada que decir, mi vida entera es muda.
Las cobijas estaban pesadas y las quite todas, ya ni siquiera duermo solo cierro los ojos cada que los siento pesados, tengo amigos imaginarios, tengo ojeras y dos tetas que me pesan, siento que la vida ya no vale nada, encontré una libélula muerta antier y la enterré.
Como dije, nunca digo nada.
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