jueves, 4 de junio de 2015
ABISMOS.
Constantemente me estoy despidiendo de cosas; no me acostumbro todavía a la sensación de vacío.
Estoy llena de de abismos, como cuando estas chico y tienes sarampion o cuando metes los pies al agua de la laguna y se te pegan las sanguijuelas; así son los abismos, de repente un día ya tienes uno pegado en la frente, o en el pecho, o en el estomago, no es cierto que se siente como jodidos insectos, se siente como cuando te vas a caer y tienes la certeza del vacío, del golpe seco, que va a doler, que va a dejar marca, muchos abismos son así y otros tantos son pequeños y se acumulan dentro de la boca y los escupes cuando ya no puedes mas, se paladean primero, y te dejan un sabor amargo, a veces se juntan en la nuca, a veces tienen diferentes formas, a veces son besos en las comisuras de los labios, a veces es cuando te tocan la palma de la mano, los abismos tienen formas inesperadas, como cuando muerdes fuerte y dejas marca, o un té en la mañana o cuando restriego mi sexo con el tuyo, los abismos son el sonido de jadeo, son las platicas largas, son un amanecer ebrios, los abismos vienen en formas ilusorias y efirmeras, los abismos son putas, son zorras, son una mamada, son una pendejada, algunos abismos se quedan, irremediablemente se quedan.
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