No me hagas caso, quizá sea una cosa del momento, quizá estar ahí acostados, abrazándonos con tus labios pegados a mi espalda y la ganas de tenerte sean pasajeras,
Me da miedo ese milisegundo, o nanosegundo o si a caso es el padre del tiempo, me da miedo voltearte a ver el rostro y darme cuenta de que te quiero, inevitablemente, irremediablemente te quiero.
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