Te estoy perdiendo creo.
No sé si te tuve.
Qué injusta es la ignorancia.
Perdí tu número, si ves esto llámame.
He estado nerviosa ¿sabes? tengo muchas cosas en qué pensar, tengo achaques extraños, como los de siempre pero multiplicados, no he dejado de fumar, hablo dormida me dicen, y también despierta, a veces hasta por los codos pero últimamente solo me callo, constantemente me callo, me caigo, me vuelto a acostar y me cogen.
Me he vuelto más desordenada, por que sí, es posible llegar a estos extremos, ¿no te da gusto saber que aún somos lo opuesto? Ahora tomo té todas las noches, me hace sentir presión en el vientre bajo y si me masturbo el orgasmo es mas intenso, como cuando estas de misionero con las piernas adornando los hombros, ¿si sabes? sigo hablando de sexo, perdona la incomodidad, no puedo dejar de contarte todo...
He conocido a alguien, es un idiota, como con los que usualmente yo salgo, me lastima en muchos sentidos pero he tenido esa vena masoquista mucho tiempo, creo que de nuestros tiempos aún mantengo ese lado mío que tú conociste, creo, ya hace mucho que no nos vemos los defectos, tenemos los ojos escondidos en las palmas de las manos cuando nos encontramos por la calle y tenemos los oídos metidos en el culo al parecer, no sé si tengas la amabilidad de poner las manos en estas lineas y hacer como que me lees, pero okay no hablemos de que tan improbable sea que quieras saber de mí.
Fingiré que sí.
Entonces... Pasan cosas, me imagino que también a ti te pasan cosas, quiero saberlas también pero no sé si siga siendo lo tuyo escribir cartas, o al menos a mí.. pero bueno quiero pensar que también coges, deberías, a veces es bueno, cuando te lo hacen bien claro...
Él es de algún signo que ahora mismo no puedo recordar, trato de decirlo y se me va el nombre y solo puedo recordar unas pinzas, no sé si sea cáncer, pero no lo es por que él no es tan buena persona, es alguien demasiado... demasiado vacío, tanto, que mi amor no lo llena, ojalá pudiera ¿sabes? pero tiene algo con lo que yo no puedo cargar, lo he intentado, me he ido pero inevitablemente siempre regreso y me siento como un espectador viendo a un animal moribundo, o ¿es a caso que yo soy el animal tirado a un lado de la carretera? sea cual sea el caso estamos ahí ya hablando de erecciones involuntarias o de extrañarnos (pero no) o ya estamos hablando de mis labios (de todos ellos) o de música y nos abrazamos como si nos quisiéramos, nos decimos cosas que existen, ya sea en el plano de la mentira o de la verdad pero ahí están, y vemos por nosotros mismos, trato de despedirme siempre de él por si me voy para no regresar o por si él me olvida. Las dos cosas son posibles y las dos duelen igual.
Lo extraño siempre ¡carajo!, extraño a la gente también ¿sabes? como a ti por ejemplo, llámame un miércoles a las 9 de la noche por que esos días te los dedico a ti, como los viernes a él y como los domingos a los demás, no me olvides.
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