Estoy ceniza blanca,
jueves, 8 de noviembre de 2018
lunes, 18 de junio de 2018
Algo que escribí en clase sobre clichés y la vez que besé a un trans.
La doble llama.
La boca tiene algo que la caracteriza como única y es la lengua que como las huellas de la superficie rugosa de ésta, es también una impresión irrepetible, la boca es una de las cavidades húmedas del humano, se entiende entonces que cuando algo cae en la boca o se queda para ser engullido o se va con la sensación de otros gérmenes en los labios ajenos.
Todos tenemos algo que nos hace únicos inclusive aunque sea la huella del dedo o de la lengua sin embargo la sensación de pertenencia que tenemos al besar a otros cuando el otro se le besa y se es correspondido, la sensación, esa que deja el besar a un extraño o a un conocido no siempre es extranjera no siempre se siente mal, el beso nació para el humano para que la sensación de vulnerabilidad no se perdiera a que el mortal no olvidará que lo es, el cerrar los ojos deja la impresión de que en cualquier momento el arma va a disparar, y si despiertas un poco los párpados mientras besas te das cuenta de que la lengua está en el cañón.
Cuando uno es ajeno a algo no se tiene la certeza de muchas cosas probablemente la noche de hoy es la última, probablemente este momento es el último también, uno nunca llega al límite de la saciedad por mucho tiempo, se permanece en un estado constante de ajenidad, efímera contrapuesta, extracto, sin el deseo de prevalencia, en el círculo constante de la muerte por masturbación mental.
No importa mucho cuando se tiene amor sin embargo hemos puesto los deseos en el alfeízar de la ventana y ellos dieron el salto, somos humanos porque la moralidad nos ha castrado lo carnales, pero somos humanos que castrados mentalmente usamos el cuerpo para cosas que son prohibidas y nos gusta que sea así.
Por esa razón somos voyeristas, por eso somos swingers, bisexuales, pro orgías, poliamorosos, millennials, generacion x fan fetish, amateurs y todas las categorías de las páginas más buscadas en entretenimiento para adultos pero lo cierto es que ni todo esto está escrito entre las líneas de un gusto operado o lo irreal de un falo sumamente largo sensualidad o amor.
Amor parece ser todo eso que no aceptamos como finito que parafraseando un poco a la película her, "es una forma de locura socialmente aceptada", la victoria contra el tiempo, el amante que voluntariamente se entrega el pacto de la posesión, la ambivalencia afectiva entre lo que se quiere y lo que se quiere lejos, latido del tiempo, la juventud como tiempo del amor, galaxia de ecos.
La boca tiene algo que la caracteriza como única y es la lengua que como las huellas de la superficie rugosa de ésta, es también una impresión irrepetible, la boca es una de las cavidades húmedas del humano, se entiende entonces que cuando algo cae en la boca o se queda para ser engullido o se va con la sensación de otros gérmenes en los labios ajenos.
Todos tenemos algo que nos hace únicos inclusive aunque sea la huella del dedo o de la lengua sin embargo la sensación de pertenencia que tenemos al besar a otros cuando el otro se le besa y se es correspondido, la sensación, esa que deja el besar a un extraño o a un conocido no siempre es extranjera no siempre se siente mal, el beso nació para el humano para que la sensación de vulnerabilidad no se perdiera a que el mortal no olvidará que lo es, el cerrar los ojos deja la impresión de que en cualquier momento el arma va a disparar, y si despiertas un poco los párpados mientras besas te das cuenta de que la lengua está en el cañón.
Cuando uno es ajeno a algo no se tiene la certeza de muchas cosas probablemente la noche de hoy es la última, probablemente este momento es el último también, uno nunca llega al límite de la saciedad por mucho tiempo, se permanece en un estado constante de ajenidad, efímera contrapuesta, extracto, sin el deseo de prevalencia, en el círculo constante de la muerte por masturbación mental.
No importa mucho cuando se tiene amor sin embargo hemos puesto los deseos en el alfeízar de la ventana y ellos dieron el salto, somos humanos porque la moralidad nos ha castrado lo carnales, pero somos humanos que castrados mentalmente usamos el cuerpo para cosas que son prohibidas y nos gusta que sea así.
Por esa razón somos voyeristas, por eso somos swingers, bisexuales, pro orgías, poliamorosos, millennials, generacion x fan fetish, amateurs y todas las categorías de las páginas más buscadas en entretenimiento para adultos pero lo cierto es que ni todo esto está escrito entre las líneas de un gusto operado o lo irreal de un falo sumamente largo sensualidad o amor.
Amor parece ser todo eso que no aceptamos como finito que parafraseando un poco a la película her, "es una forma de locura socialmente aceptada", la victoria contra el tiempo, el amante que voluntariamente se entrega el pacto de la posesión, la ambivalencia afectiva entre lo que se quiere y lo que se quiere lejos, latido del tiempo, la juventud como tiempo del amor, galaxia de ecos.
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