martes, 23 de junio de 2015

AMBIGÜEDAD 2.

Ahora estoy en la oscuridad recitando poesía de ausencias y me siento la sombra clavada en la pared como cuadro chueco. 

miércoles, 17 de junio de 2015

A la deriva.


Los microbios de la saliva van de los dedos, a las pestañas y viajan de ahí a la mejilla ajena, de ahí al hoyuelo al lado de la boca y el beso en la comisura los regresa a su lugar. 
Me siento un microbio. Un parásito estomacal. Una solitaria de varios metros. Apostada dentro de aquel intestino sin dolores verdaderos. Había hecho ahí mi hogar y de repente me sentí nadando en otras aguas. 
Soy un microbio en la comisura de alguien abstemio. De alguien virgen. De alguien feo. 
Soy los mismos labios. Resecos. Gastados. Agrietados. Castos. 
Soy el microbio y la solitaria. Soy el abstemio. La lolita en la esquina. La deriva misma. Soy una pérdida total de la moral. El virus y la cura. Soy Años y la belleza efímera de la juventud. 
 Soy el corcho perdido en el mar flotando lejos donde no hay Ni tierra, ya ni sal. Ni amor. Donde pierde sentido el silencio. Donde ya no ahoga el agua y el sol ya no besa el cuerpo. 

domingo, 14 de junio de 2015

jueves, 11 de junio de 2015

AMBIGÜEDAD.

Todo el tiempo estoy fumando, constantemente me reviso el pelo y sí, en efecto, apesto a decepción.
Las horas pasan sin que yo me dé cuenta, sin que nadie se dé cuenta. La música suena. Todos bailan. No sé quién es quién, igual me toman por la cintura y me muevo al ritmo del cuerpo extraño pero yo no veo a nadie más que a él, a lo lejos, tomando otra cintura y embriagándose en otros labios, sonríe como si el mundo se encontrara en esos brazos y quizá así sea.
Doy otra calada, el cuerpo extraño se acerca y huele mi cabello, dice que huele bien y yo solo puedo pensar en la vida de mierda que debe tener para no darse cuenta de mi decadencia. 
Cambio de brazos, intenta besarme, cambio de brazos, me pierdo. Doy vueltas y soy y no soy.
Ahora estoy en la oscuridad recitando poesía de ausencias y me siento la sombra clavada en la pared como cuadro chueco. Oscuridad lechosa, constante, cegadora, palpitaciones en las sienes, en las pupilas, en el sur del cuerpo, en el centro. 
Me auto censuro, me mimetizo con los escombros pero siguen recurriendo a mí, soy un lugar común.
¿qué haría yo sin ti? ¿qué haría sin lo efímero y lo vulgar? ¿qué haría yo llegando a tiempo a todos lados?
Eres mi decepción favorita.
Hablo de la pertenencia y la permanencia, no puedes quedarte, ya lo sé, pero ingenuamente desde el otro rincón espero que te quedes y seas mío.

Hoy me leyeron la mano. No estas en ella. En ninguna intersección, en ninguna cruz, ni si quiera por equivocación escondido detrás de algún recondito lunar.


jueves, 4 de junio de 2015

ABISMOS.




Constantemente me estoy despidiendo de cosas; no me acostumbro todavía a la sensación de vacío.

Estoy llena de de abismos, como cuando estas chico y tienes sarampion o cuando metes los pies al agua de la laguna y se te pegan las sanguijuelas; así son los abismos, de repente un día ya tienes uno pegado en la frente, o en el pecho, o en el estomago, no es cierto que se siente como jodidos insectos, se siente como cuando te vas a caer y tienes la certeza del vacío, del golpe seco, que va a doler, que va a dejar marca, muchos abismos son así y otros tantos son pequeños y se acumulan dentro de la boca y los escupes cuando ya no puedes mas, se paladean primero, y te dejan un sabor amargo, a veces se juntan en la nuca, a veces tienen diferentes formas, a veces son besos en las comisuras de los labios, a veces es cuando te tocan la palma de la mano, los abismos tienen formas inesperadas, como cuando muerdes fuerte y dejas marca, o un té en la mañana o cuando restriego mi sexo con el tuyo, los abismos son el sonido de jadeo, son las platicas largas, son un amanecer ebrios, los abismos vienen en formas ilusorias y efirmeras, los abismos son putas, son zorras, son una mamada, son una pendejada, algunos abismos se quedan, irremediablemente se quedan.