lunes, 5 de agosto de 2013

Siempre.

Con una maquina de escribir, un lápiz y un papel, un plumón y mi piel, no sé, donde sea con tal de escribir algo y valdría la pena de no ser por que todo es sobre ti.

Me considero total e irremediablemente, enamorada de la decepción, es mi mejor/peor defecto por que me hace ser perseverante rayando a la necedad, me hace darme cuenta de lo muy dañada que estoy y no hablo solo de lo psicológico, finalmente y para acabarla de joder, tengo una incesante sed de ti, a todas horas, en todo momento, incluso cuando te estoy olvidando o cuando ya te olvide, y no, me equivoque, eso no es todo, me convertiste experta en lagrimas, que pueden salir a todas horas, solo basta que me acuerde un poco de ti, te odio, te odio como nunca he odiado a nadie, así como alguna vez te amé  y pues si, como es obvio me convertiste en la peor versión de mi. No son diez cosas las que odio de ti, ni siquiera una, me contradigo por que te amo, pero te odio.
Asumí, con mucha ilusión que lo nuestro era diferente, que era especial que solo era de dos.
Tengo miles de defectos más que vienen acompañados con cada recuerdo junto a ti. No te culpo por no amarme, te culpo por haberme dejado amarte de más.





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