viernes, 16 de enero de 2015

Diario #1601

Te escribí una carta, de esas largas llenas de puta honestidad ("mi virtud") lo que nadie sabe es que me cuesta mucho trabajo regresar a ti, así como dejarte, te quise muchísimo, te necesite muchísimo y me duele que no sea recíproco... Ojalá entendieras, hoy me dan piquetitos ahí donde se supone que está el corazón.

No hablas y tampoco me dices nada, que te borren la boca si solo sabes engañar, empiezo a odiarte de nuevo, ¿por qué siempre me siento atrapada en está ambivalencia afectiva? te quiero, por supuesto pero también tengo esa necesidad de sacar mi profunda frustración, mi capricho no se ha cumplido, te odio, te odio.

Ya no busco tu compañía como antes, ya no te quiero buscar, no lo entiendes, no quiero tu esclavitud, no quiero tu criterio encadenado a mis ideales, vete, lárgate, pero por favor deja de ser tan perra sin corazón.


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